Platos fríos

Platos fríos
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Helados y polos

Helados y polos
Helados y polos

Bundt cakes

Bundt cakes
Bundt cakes

MOUSAKKA DE ATÚN.


Buenos días y feliz lunes.


Hoy os muestro mi versión de una receta que me gusta mucho desde que tengo uso de razón: la mousakka.






Este plato de origen balcánico y de oriente medio de se caracteriza por estar compuesto de capas de berenjena y carne sofrita con tomate, y en las recetas originales va gratinado con una salsa hecha de queso feta y huevo (que no de bechamel), y la carne era preferentemente cordero.


La receta más conocida es la griega, que es la que os apunto, pero hay más variantes: vegetariana, con patata y berenjena, con pollo, y... ¡con atún! Cuando la vi no he podido por menos que probarla. ¿El resultado? riquísima, fácil y barata, no se le puede pedir más.





Aunque estemos en vísperas de nochevieja no está de más recordar algunos platos fáciles, sencillos y económicos, que no deja de ser fin de mes...






Os apunto las cantidades para cuatro personas. La que veis en las fotos es una ración individual, ya que ayer estaba sola y no es cuestión de que sobre nada.


Tiempo: 20 min + 30 min de horneado.


Ingredientes (cuatro personas):


-2 berenjenas grandes.

-3 latas de atún, bien escurrido de aceite.
-300 cc de tomate frito.
-400 cc de nata para cocinar.
-2 cebollas pequeñas o una grande.
-3 dientes de ajo.
-orégano, pimienta negra recién molida, sal.
-AOVE.
-opcional: queso rallado.

Primero salamos bien las berenjenas cortadas en rodajas de 1 cm y ponemos en un escurridor una hora, hasta que suelten el agua. 


Las secamos bien con papel de cocina y las freímos, escurriéndolas bien. 


NOTA: me acaban de regalar la olla GM, y yo las he preparado con ella. Quedan bien y nada aceitosas.


Ponemos en un chorro de AOVE a sofreír la cebolla bien picadita y los ajos en láminas hasta que quede pochada. Añadimos el atún  el tomate, rectificamos de sal y dejamos hasta que se reduzca un poco el sofrito.


En una fuente de horno, colocamos las berenjenas bien acomodadas cubriendo el fondo del molde, vertemos encima el sofrito, repartiéndolo bien.


En un bol batimos ligeramente la nata con pimienta negra recién molida, orégano y sal. Cubrimos el tomate con esta mezcla. Llevamos al horno a 180º durante 30-40 minutos.


NOTA: podemos sustituir la nata por bechamel, obtendremos una cobertura más consistente. También podemos añadir queso que funda bien, a nuestro gusto.

Dejamos reposar 15 minutos antes de servir.

A disfrutar.


¡Gracias por estar aquí!



2

TARTALETAS NAVIDEÑAS... ¡y felices fiestas!

 ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

Sí, Feliz Navidad a tod@s. Espero que pasarais una estupenda nochebuena y un mejor día de Navidad.





Yo ayer estuve en el cine con mi chico. La tarde de Navidad es una buena opción la de ir a ver algún estreno (de hecho, el cine estaba a tope). Los que me seguís por Instagram estáis al tanto de mis fechorías... ya que  no me prodigo por aquí demasiado últimamente...







Estoy enredada preparando mi próximo enlace. Hala, ya lo he dicho. Aún no tengo fecha, pero espero solucionar este contratiempo la semana que viene. Entre arreglarme el vestido, elegir las manoletinas (sí, chicas, soy un palmo más alta que el novio), y decidirme por un tocado he perdido el sueño, el norte y la paciencia... pero ya empiezo a ver la luz.

Hoy os traigo unas fáciles y ricas tartaletitas de hojaldre para preparar una fría tarde en estas fiestas, mientras el calor del horno nos reconforta el espíritu y la imaginación nos guía para decorarlas una vez hechas. Comérselas es lo de menos: disfrutaréis mucho preparándolas... ¡Palabra de blogger!





Yo he elegido mermelada de cereza, pero podéis usar la que queráis. Y el hojaldre es fresco, pero si lo utilizáis congelado sólo tenéis que tener en cuenta que ha de estar una media hora a temperatura ambiente antes de manipularlo.

¿Preparados? ¿Listos? ¡Ya!

Tiempo: 10 min + 30 de horneado.

Ingredientes (para 6 tartaletas):

-una lámina de hojaldre fresco (o congelado)
-1 bote pequeño de mermelada (yo de cereza)
-1 puñadito de almendra en granillo
-fruta confitada y azúcar glas para la decoración.

Primero cortamos seis círculos y los colocamos en la bandeja de horno. Yo tengo un molde de tartaletas, pero podéis hacerlo sin él.

Ponemos en el centro de cara círculo un poco de almendra, y encima una cucharada generosa de mermelada.

Cortamos tiritas de hojaldre y hacemos unos bordes a los círculos. Presionamos para que se adhieran a la base.

Con unos cortapastas, preparamos unas figuritas de hojaldre y colocamos sobre la mermelada, tal que así:




Pinchamos repetidas veces el centro de las figuritas, para que el hojaldre se mantenga plano una vez horneado. Llevamos al horno, a 180º, unos 25-30 minutos, o hasta que se doren.

Una vez fríos decoramos a nuestro gusto.

¡A disfrutar!






Lo dicho: disfrutad de las fiestas, pasadlo muy bien en nochevieja, y sobre todo no os emborrachéis demasiado... ¡sólo lo justo y necesario!

¡Be happy, my friends!
2

Cake de Naranja ... empieza la temporada naranjil.



Que me gusta a mi un buen bizcocho para el desayuno... ¡y a quien no! Y más si es tan esponjoso y delicado como éste...







Estamos en plena temporada de naranjas. De este mes hasta bien entrado enero, recolectamos las distintas variedades que tenemos plantadas. Los primeros días los zumos son muy bienvenidos, pero al cabo de dos semanas  ya estás tan empachada que tienes que empezar en cocinar algo con ellas. 


El otro día se me ocurrió hornear un cake. Tenía en la despensa un resto de mermelada de naranja amarga, y me estaba pidiendo a gritos salida. Esto es lo que salió: un bizcocho esponjoso, de miga densa y muy aromático






A tener en cuenta, los cakes tardan algo más que los bizcochos en hacerse en el horno. Este tardó unos 50 minutos. En todo caso hay que ir comprobando la cocción con una brocheta en cuanto se dore la superficie. Pero os aseguro que el resultado  vale la pena. Además se conserva bien tapado a temperatura ambiente tres días sin problemas y sin perder esponjosidad, eso sí, si dura tanto...






Sigo sin báscula, (lo sé, tengo más delito que Judas), y me sigo apañando con envases de cristal de yogur reciclados... ¡es que me van tan bien, que no necesito más! 


Tiempo: 15 min + 60+/- min de horneado.


Ingredientes (para un cake de 6 ó 8 raciones):


-125 ml de aceite de oliva virgen extra (AOVE).

-125 ml de zumo de naranja recién exprimido.
-la ralladura de una naranja.
-2 medidas de 125 ml de harina blanca, más una poca para espolvorear el molde.
-1 medida de 125 ml de harina integral.
-3 huevos medianos.
-2 medidas de 125 ml de azúcar.
-2 cucharaditas de café de levadura química (Royal)
-2 cucharadas soperas de mermelada de naranja amarga.
-Un poco de mantequilla para engrasar el molde.

Encendemos el horno a180º.


Mezclamos el aceite, el zumo y los huevos en un bol. Mezclamos bien. Añadimos el azúcar, la ralladura y la mermelada y batimos hasta que espumee.


Aparte, pasamos las harinas y la levadura por un colador.


Añadimos la harina cernida a la mezcla de huevos. Mezclamos con movimientos envolventes hasta que esté bien integrado todo.


Vertemos la mezcla en un molde engrasado con la mantequilla y espolvoreado de harina. Llevamos al horno y dejamos que se haga.


Cuando la superficie se dore, iremos comprobando la cocción con una brocheta. A mi me tardó, como he dicho antes, unos 50 minutos.


No desmoldar hasta que no se haya enfriado por completo, o corréis el riesgo de que se rompa.






¡Al día siguiente está aún más rico!


Mil besos y gracias por estar aquí.





4

MERMELADA DE CAQUIS... con un toque de canela.


No hay nada mejor que tener tus propios frutales y tus propias hortalizas, ¿verdad?

La cosa cambia cuanto te llegan a casa con un basket lleno de caquis... aunque no estén en su punto justo de maduración.




Los caquis no me entusiasman en demasía. Es más, los encuentro pesados y demasiado filamentosos, aunque su sabor me encanta. ¿Que qué hice? pues aparte de estar una semana haciéndome batidos de frutas para almorzar, tuve que encontrar una solución de emergencia... ¡Una rica mermelada!

La textura me ha sorprendido. Es parecida al membrillo, muy densa. Y el sabor me encanta... He llenado siete tarros de medio kilo y tengo existencias para otros siete... 




Es ideal para untar en las tostadas, y como base de tartas quedará genial. Bien esterilizados los botes nos durarán un año en la despensa sin problemas... (si es que duran tanto). La preparación es un tanto engorrosa, pero el resultado vale la pena.

Vamos con la receta.

Tiempo: 12 horas de macerado + 1 hora de cocción (sin contar el esterilizado).

Ingredientes:

-2kg de caquis, pelados y troceados.
-1kg de azúcar.
-1 barra de canela.

Ponemos la fruta en un recipiente capaz junto la barra de canela troceada en dos o tres partes. Cubrimos de azúcar y dejamos reposar hasta que el azúcar se haya licuado, yo lo suelo dejar de un día para otro.

Ponemos la fruta en una olla de fondo grueso y ponemos a cocer a fuego bajito. Dejamos una hora, más o menos, hasta que la textura haya espesado y el color haya oscurecido ligeramente. Retiramos los palos de canela.

A mi me gusta batir la fruta un poco durante la cocción, para que quede deshecha pero con algún trocito.

Mientras, esterilizamos los botes y sus tapas hirviéndolos durante 10 min.

Una vez hecha la mermelada, vertemos en los botes hasta el borde y cerramos bien.

Ponemos un paño de algodón en el fondo de la olla. Llenamos con los tarros que quepan y cubrimos de agua. Hervimos los botes así dispuestos durante unos 20 min.

Yo lo hice en dos tandas, no tengo ollas tan grandes y el fuego de la inducción tampoco admite una olla de gran diámetro.

Vamos depositando los botes boca abajo sobre un paño hasta que se enfríen. Etiquetamos y fechamos y listos para utilizar.

Mirad que textura más rica:



¡Mil besos y gracias por estar aquí!
2

QUICHÉ DE ESPINACAS Y ANACARDOS CON MOZZARELLA.

¡Hola amores!

Si algo me gusta a mí es una buena quiché para cenar.





La quiché es un plato de lo más socorrido, pues admiten casi cualquier tipo de relleno. Otro día os enseñaré la Lorraine, la quiché por excelencia. Pero la que hoy nos ocupa no desmerece en absoluto. Es más, está igual o más buena si cabe.





La idea rondaba porque habían unas espinacas que habían quedado de la cena rondando por la nevera. Me di cuenta de que no tengo ninguna receta con espinacas, creo, ¡con lo que me gustan!

Además tenía en la nevera una masa brisa fresca del Lidl, y había que probarla. La verdad es que está muy rica y es muy barata. No es demasiado quebradiza y es muy crujiente cuando aún está caliente. Totalmente recomendable.






No le he puesto nata para reducir el número de calorías. He utilizado leche semidesnatada y el resultado es igual de bueno. Además las espinacas no estaban fritas sino cocidas, aunque valen las dos igual.

¡Y al día siguiente está igual de buena, tanto fría como caliente!

Con esta receta participo en el reto de Marisa y Rosalía, Reciclando Sabores:





Tiempo: 15 min. más 45 min. de horneado.

Ingredientes (para cuatro raciones):

-una lámina de masa brisa, fresca o descongelada.
-un puñado de espinacas cocinadas y frías.
-2 huevos L.
-150 cc de leche semidesnatada.
-dos puñados de mozzarela rallada.
-un puñado de anacardos, troceados.
-pimienta negra recién molida, sal.

Primero sacamos la masa de la nevera y dejamos atemperar unos 15 min, si es fresca. Si es descongelada necesitará una media hora para estar manejable y que no se rompa al manipularla.

Mientras, encendemos el horno a 200ºC.

En un bol ponemos todos los ingredientes menos el queso y los anacardos. Yo meto un poco la minipimer para deshacer bien las espinacas, aunque esto es opcional, ya que al trocear la quiché una vez cocinada no encontramos filamentos de la verdura si la trituramos.

Añadimos el queso y los anacardos.

Colocamos la masa sobre el molde sin quitar el papel (la fresca lo lleva, la congelada no lo sé), y acomodamos bien la masa en el fondo. Recortamos el sobrante tanto de masa como de papel. (Yo, cuando está la quiché en el horno, hago una bola con los recortes de masa, la extiendo en una hoja de papel de hornear y la enrollo. La meto en el congelador y me da para una tartita pequeña).

Vertemos la mezcla de huevos en el molde forrado con la masa. Llevamos al horno durante 45 min, más o menos, o hasta que esté totalmente cuajado.

Dejamos atemperar y sacamos del molde y retiramos el papel. Voilá.

Rico es poco...

¡Mil besos y gracias por estar aquí!



4

Arròs amb Fessols i Naps... o como la judía venció al blanquet.


¿Os apetece un cuento?


"Erase un día cualquiera, en una olla cualquiera, que esta historia tuvo lugar".


Judita era una legumbre moderna, y Blanquet un típico embutido de la zona. Ambos compartían olla y cocciones.


Judita era chiquitita pero matona. Estaba harta de Blanquet, su compañero de guiso. Este último la relegaba siempre al peor rincón de la olla, y además engrasaba su caldo. ¡Con lo que le gustaba a ella cuidarse!


Un buen día, Judita, muy enfadada, decidió encararse a Blanquet. Se puso frente a él (infinitamente más grande que ella), y con los brazos puestos en jarras, le espetó:


-Oye tío, estoy hasta la vaina de que ocupes tu solito el fondo de la olla. Eres un impertinente y además ni siquiera apareces en el título de la receta.


Blanquet se encogió de hombros, miró a Judita con desdén y se giró hacia otro lado. Y Judita, enojadísima ante la actitud de su compañero, sacó todos los minerales de su interior y le propinó tal patada que lo tiró fuera de la marmita.


Y nunca más volvió.





                                  

Sé que los puristas se me van a echar al cuello, jejeje. Ya os conté que a David le han salido los triglicéridos por las nubes y tiene prohibido (o al menos muy esporádicamente) el consumo de embutidos. Si a ésto añadimos que he dejado de comer carne, me temo que esta receta será la que reine a partir de ahora en mi cocina.

He de decir que la preparé estando mis suegros en casa (ambos carnívoros a saco), y no sólo les gustó sino que mi suegra dijo que le había sabido buenísima, y cuando le dije que había comido nabos en el guiso (le dan un asco tremendo), se quedó a cuadros...








Las judías son una excelente fuente de proteínas y fibra. Además son ricas en minerales (sobre todo en ácido fólico y en calcio). Combinadas con el arroz constituyen un plato más que completo.


Tiempo: 2 horas y media.


Ingredientes (para 4 personas):


-300 gr de judías blancas, puestas en remojo 12 horas.

-dos zanahorias pequeñas.
-1 trozo de puerro (parte blanca)
-1/2 cebolla.
-2 tazas de café de arroz bomba.
-100 cc de tomate frito.
-AOVE
-pimentón dulce.
-una ramita de apio y una hoja de laurel.

Troceamos pequeño el nabo y la zanahoria. Picamos el puerro. Ponemos a sofreír con un chorro de aceite. Dejamos unos minutos.


Añadimos una cucharada de pimentón. Damos unas vueltas y enseguida añadimos el tomate frito. Dejamos unos minutos más.


Añadimos las judías, bien escurridas, y cubrimos con agua fría. Ponemos el apio y la hoja de laurel y dejamos con el fuego bajito y bien tapado. 


Controlamos el caldo. Ha de quedar cubierto todo pero no demasiado aguado. Si es necesario iremos añadiendo agua fría, la justa. Vamos también probando de sal.


Pasadas dos horas y cuarto, añadimos el arroz. Dejamos 15 minutos y servir.


Os aseguro que nadie echará de menos la carne o el embutido, ¡al menos aquí nadie se quejó!





¡Mil besos y gracias por estar aquí!
3

EMPANADILLAS INTEGRALES DE TOFU Y CHAMPIÑÓN.

Buenos días, Mundo.

Hacía mucho tiempo que no publicaba una empanada. Me encantan para solucionar los almuerzos y para picar cuando hay invitados. Las de hoy son una solución perfecta para un almuerzo nutritivo y sin complicaciones.





Últimamente me ha dado por comer menos carne. Salvo excepciones, me resulta pesada y me apetece más el pescado. Encima, desde que no como carne (hace cinco días) mi piel está más lustrosa y tersa. ¿Me estaré volviendo por fin vegetariana...?

Que me gusta comer verde no es un secreto. Lo que pasa es que dar el paso es complicado. Sobre todo viviendo con un carnívoro. De momento no voy a ser radical, y pescado sí que voy a seguir consumiendo dos o tres veces por semana, pero poco a poco casi todas las recetas que publique serán vegetarianas o aptas para ese tipo de dieta.

He de puntualizar que lo único que me motiva es la salud. Que sí, que está muy bien aquello de proteger a nuestros amigos los animales, y es muy de respetar y admirar a quienes se dejan la piel en ello. Pero no es esa mi motivación. Ni siquiera religiosa. Simplemente que quiero cuidar mi salud y tengo la mejor herramienta en mis manos.

Dicho esto, os enseño mis empanadillas renegrías: están muy ricas y sabrosas pese a su poco apetitoso aspecto (para los carnívoros, claro) y aguantan perfectamente un par de días sin nevera. También las podemos congelar.





Tiempo: 30 min más 40 min de horneado.

Ingredientes (para 4 empanadillas):

-100 cc de AOVE.
-100 cc de cerveza bien fría (suelo guardar sobras en la nevera para estos usos).
-la harina integral que admita.
-1/2 cebolla dulce, bien picada.
-6 u 8 champiñones, laminados.
-1 tarrina de tofu, puesto a escurrir en un colador (creo que son 150 gr).
-un puñadido de frutos secos (yo pipas de girasol, de calabaza y almendra fileteada).
-comino y pimentón dulce.


Ponemos a sofreír la cebolla en un chorro de aceite. Cuando esté transparente, añadimos los champiñones y el tofu. Dejamos pochar hasta que cambien de color las setas.

Añadimos los frutos secos, damos unas vueltas y condimentamos al gusto con comino y pimentón. Probamos de sal y corregimos a nuestro gusto si es necesario. Sacamos a un plato y dejamos templar.

Encendemos el horno a 180º.

Mezclamos el aceite, un pellizco de sal y la cerveza. Vamos añadiendo harina hasta conseguir una masa elástica y que no se contraiga al estirarse. La dividimos en cuatro bolas más o menos iguales.

Sobre un papel de hornear, vamos estirando la masa con un rodillo y preparando unos círculos. Ponemos en cada uno la cuarta parte del relleno y cerramos haciendo un reborde.

Llevamos al horno unos 40-45 minutos, o hasta que los bordes se doren.

Degustar templaditas. ¡Están riquísimas!

¡Mil besos y gracias por pasaros por aquí!



3

PUDDING TUTTI-FRUTTI


¡Buenas a todo el mundo!

Que en esta casa no se tira nada, ya lo sabéis de sobra. Y que intento buscar soluciones diferentes para el reciclaje de sobras, ya os lo digo yo.

Lo que pasa es que cuando una receta está rica, para qué cambiarla. ¿O sí?...





Aquí os enseño en lo que han acabado cocinadas las dos claras de los huevos que usé para la tarta de galletas. Además del consabido pan del día anterior, que si no lo consumimos pronto acaba sin compasión convertido en pan para rallar. 





Pues bien, mira que se me ocurrió echarle todas las clases de frutas confitadas que tenía en casa, que eran variadas. Las tenía para preparar un plum cake, pero esta receta no las desmerece en absoluto. Reciclaje de diez y encima cunde un montón.




Con esta receta participo en el Reto de Marisa y Rosalía RECICLANDO SABORES:



Necesita reposar un día en la nevera, ¡y si son dos aún está mejor!

Tiempo: 10 min. más 1 hora de horneado.

Ingredientes (para 6-8 raciones):

-1/2 barra de pan del día anterior.
-1 huevo entero L.
-2 claras de huevo L.
-2 vasos de leche (yo semidesnatada).
-3 cucharadas soperas de azúcar.
-1 puñado abundante de frutas desecadas variadas, troceaditas pequeñas. Yo puse además cáscara confitada de limón y naranja.
-caramelo para caramelizar el molde (me gusta el de Hacendado).

Ponemos en un bol el pan a rebanadas, los huevos, la leche y el azúcar. Mientras reposa un poco, encendemos el horno a 175º.

Pasamos la batidora para deshacer bien el pan. Me gusta que quede algún grumito. Añadimos las frutitas y mezclamos bien con un tenedor.

Vertemos en un molde, con el fondo bañado de caramelo líquido.

Llevamos al horno, al baño maría, de 50 a 60 min, o hasta que una brocheta pinchada por el centro salga seca.

Tapamos el molde con papel de plata y dejamos reposar a temperatura ambiente. Cuando enfríe, llevamos a la nevera hasta el día siguiente.

Los matices cítricos de las cáscaras le dan un perfume delicioso, y las pasas y demás frutitas un sabor exquisito. Las claras creo que lo dejan más cremoso que si utilizáramos los tres huevos enteros, no sé, me ha gustado mucho la textura.

¡Yo no me conformo con un sólo trozo, tragaldabas que es una! :D

¡Mil besos y gracias por estar aquí!
5

Cómo hacer jabón líquido para lavar.


Hola amores.


Hace algún tiempo os enseñaba a fabricar vuestro propio jabón de Marsella, reutilizando el aceite usado, y consiguiendo un jabón muy efectivo para eliminar manchas en la ropa.





Mi auténtica pretensión era poder fabricar mi propio detergente para la lavadora, ya que así es como lavamos hoy en día. Mi abuela se apañaba muy bien con el jabón en pastilla, más tarde con el Gior, y por supuesto el Viker, que servía igual para las cortinas como para los suelos o la ropa más delicada.


He estado experimentando con la mezcla. La primera que hice no me gustaron las proporciones, se decantaba la mezcla y encima su aspecto era de un dudoso color amarillento. La segunda ya quedó mejor, sí que tendía a decantarse, pero su aspecto era blanco, limpio y con un buen agitado de la botella volvía a homogeneizarse. El problema era el olor que dejaba en la ropa, no es que oliera mal, simplemente que no olía a limpio. Eso sí, limpiaba muy bien. Después de varias investigaciones, he descubierto que sí, que el olor no puede ser fresco y agradable, puesto que no lleva perfumes y es todo producto activo.


¿Solución? utilizar un suavizante cuya fragancia nos agrade. ¡Listo!


En esta ocasión he añadido una parte de detergente, para favorecer la espuma y potenciar el efecto limpiador. He utilizado el Viker de toda la vida, el que usaba mi abuela y el que, después de desaparecer algún tiempo del mercado, tenemos desde hace unos años otra vez disponible. Por cierto, es genial para lavar prendas delicadas, ¡barato, efectivo y huele muy bien!


Yo he utilizado el método en caliente, por ser más rápido aunque algo engorroso. El método en frío es algo tedioso ya que hay que estar batiendo y controlando durante unos 10 días... me gusta más éste.


He encontrado otras recetas que añaden además activador del lavado (tipo Kalia), la próxima vez lo probaré así.



Ingredientes (para unos 14 litros):


-800 cc de aceite usado, bien filtrado.

-4 l de agua.
-4 cucharadas soperas de sosa caústica.
-150 gr (un botecito) de Viker.

1- Nos colocamos los guantes. Esto es imprescindible si no estáis acostumbrados a trabajar con la sosa.

2-Echamos el agua, ya caliente, en un recipiente de plástico capaz.
3-Añadimos la sosa (nunca al revés). Dejamos reposar 5 minutos.
4-Mientras, calentamos el aceite en una olla sin que llegue a hervir.
5-Añadimos la mezcla agua/sosa al aceite. Ponemos la campaña extractora al mínimo y el fuego bajito.



6-Batimos con precaución y una minipimer durante dos minutos. Dejamos reposar otros dos, volvemos a batir. Así unas cinco veces. La mezcla tiene que parecer una especie de leche condensada ligera.

7-Bajamos el fuego al mínimo y dejamos 20 minutos la mezcla.
8-Apagamos el fuego. Añadimos el detergente y volvemos a batir.
9-Envasamos en garrafas de cinco litros. Llenamos algo menos de la mitad. 



10-Terminamos de llenar con agua corriente. Dejamos un espacio sin rellenar ya que la mezcla espesa con los días y tal vez necesitemos añadir más agua.






Y listo. Hay que tener en cuenta:


-La mezcla terminada parecerá leche. Ha de tener un color blanco liso. Si es amarilla y viscosa, algo no está bien.

-Podéis utilizarla desde el primer día.
-Espesará con el paso de los días. Tal vez, al cabo de un mes esté tan espeso que no sea fácil trabajar con él, lo rebajamos con un poco de agua y listo.
-Yo suelo utilizar dos tacitas de café por lavadora, dependerá de la suciedad de la ropa, ya iréis viendo cómo ponerlo.
-Recomiendo utilizar botellas transparentes, ya que si hay algún cambio en el jabón (textura, color) lo veréis más fácilmente.
-NUNCA JAMÁS dejar la olla sin vigilancia durante el proceso. Si hirviese y se saliese del recipiente, la sosa puede causar daños en las superficies de la cocina.


Y eso es todo. Espero que os sirva de ayuda. A mí me gusta y me supone un gran ahorro en detergentes, ¡y la satisfacción de estar reutilizando algo que además de inútil es súper contaminante es muy grande!


¡Mil besos y gracias por pasaros por aquí!
5

TARTA DE GALLETAS DE MOKA Y CHOCOLATE... la de toda la vida.

¿Os gustan las tartas? ¿y las tartas de galletas? Pues entonces seguro que os gusta ésta:



Ayer recibí un mensajito de mi sobrina María. Hoy es el cumpleaños de mi hermana, cosa que ya sabía, lo que no sabía era la fiesta sorpresa que le había preparado la hija. Claro, todo cumple necesita una tarta, y... ¿quien tenía que prepararla sino yo?

Lo que pasa es que para preparar una tarta de bizcocho con relleno, necesito dos días. Uno, para hacer el bizcocho y que se asiente, y otro para el relleno y el resto de parafernalia.




Recordé que hacía mil que no preparaba una tarta de galletas, ¡craso error! Gustan a todo el mundo, no necesitan horno, sus ingredientes resultan más que asequibles y las puedes hacer del sabor que prefieras. ¿Necesitamos más razones para prepararlas más a menudo? Tanto cheesecakes, pancakes, cronuts, cupcakes y demás preparados yankees y tenemos una receta como ésta, preparada desde tiempos inmemoriables (toma ya, jajaja), al alcance de la mano.




Yo he decidido hacerla de moka porque hace mil que no lo pruebo. La receta original la encontré aquí, pero yo he empleado galletas napolitanas de Cuétara, mis favoritas desde que tengo uso de razón. No cunden tanto pero están....¡mmmm!

Por cierto, estas tartas mejoran con el reposo, ¡aunque no sé si llegará a sobrar para el día siguiente!

Tiempo: 1 hora y media (para no ir con prisas) más el enfriado.

Ingredientes (para 8-10 raciones):

-un paquete de galletas Napolitanas.
-250 gr de mantequilla blanda.
-4 cucharadas soperas de azúcar glas.
-2 yemas de huevo.
-2 cucharaditas de café soluble.
-1 vaso de leche.
-200 ml de nata para montar (35% mg)
-1 tableta de chocolate para fundir.
-toppers al gusto.

Primero preparamos la moka. Batimos con varillas la mantequilla, una cucharada de café disuelta en un poquitín de leche, las yemas y dos cucharadas de azúcar. Tiene que quedar una crema lisa y brillante.

Mezclamos en un bol el resto de la leche, la cucharada de café y una de azúcar y vamos mojando muy levemente las galletas y formando las capas. Yo la hice con 20 galletas por capa. Untamos con la crema y volvemos a repetir. Así hasta tres capas de crema y cuatro de galleta. 

Preparamos la cobertura: derretimos el chocolate con dos cucharadas de nata al baño maría. NOTA: se puede hacer al microondas, pero es más tedioso ya que hay que controlar que no se queme. Además queda mejor al baño maría. 

Untamos toda la superficie con el chocolate. Dejamos endurecer.

Montamos la nata restante, bien fría, con el resto del azúcar. Decoramos el borde con la manga pastelera y añadimos toppers al gusto. O sólo con la nata. Queda igual de rico y seguro que de bonito también.

Unas tres horas de frigo y a disfrutar.

¡Mil besos y gracias por estar aquí!


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